Se recomienda realizar una exfoliación de la piel dos o tres días después del afeitado con una loción exfoliante o una esponja gruesa. Encontrará los productos adecuados en un establecimiento de venta de cosméticos.
Si esto no ayuda, en vez de afeitar el vello, recórtelo con el peine-guía hasta la posición de longitud más corta.