Perspectivas de especialistas en radiología: la importancia del trabajo colaborativo para el mejoramiento de la salud

En una serie de artículos, especialistas de Philips Chile exploran temas relevantes sobre radiología. En esta edición, descubra cómo la colaboración entre el sector público, la academia y empresas de salud es una estrategia poderosa para promover avances en diagnóstico, formación y tecnología, mejorando la atención y la vida de las personas.

La búsqueda de soluciones efectivas y sostenibles en el ámbito de la salud es uno de los grandes anhelos de la sociedad, especialmente en las zonas en las que la falta de acceso a servicios médicos cercanos y de calidad son una problemática que día a día aqueja a miles de personas. Crisis sanitarias como la pandemia de Covid-19 o la actual emergencia hospitalaria pediátrica, producto del virus sincicial, siguen poniendo a prueba al sistema de salud nacional, el que requiere urgentemente de nuevos recursos para brindar un servicio que garantice una real satisfacción.

Los cambios demográficos de la población, como lo son el envejecimiento, y el aumento de prevalencia de enfermedades crónicas han puesto a prueba los sistemas sanitarios, y los servicios de imágenes no han quedado exentos a la necesidad creciente de los pacientes de tener acceso a imágenes médicas como parte fundamental del proceso de diagnóstico certero. Esto ha significado grandes esfuerzos por parte de los servicios de salud para acceder a equipamiento médico, mantener a su personal clínico actualizado y entrenado en las nuevas tecnologías, y el manejo de volumen masivo de datos de imágenes.

Es por eso por lo que el trabajo colaborativo entre el sector público, la academia y el mundo empresarial, referenciado en este caso como la industria de la tecnología de la salud, se presenta como una poderosa y comprobada estrategia para enfrentar los desafíos y mejorar la calidad de los servicios de salud. Al unir sus recursos, conocimientos, capital humano y experiencias, estas instituciones pueden potenciar sus capacidades y generar impactos significativos en la salud de la población, sinergia que permite potenciar áreas como la investigación médica, los programas de formación académica y el desarrollo y adopción de nuevas tecnologías para la salud, entre otros.

Si bien el sector público, representado por el gobierno y las instituciones de salud, es responsable de proveer servicios de atención médica y de establecer políticas que promuevan el bienestar de la sociedad, a menudo se enfrenta a limitaciones en términos de financiamiento, recursos humanos y tecnología. Es precisamente aquí en donde la academia y el mundo empresarial pueden desempeñar un papel crucial, en el que la academia, con su capacidad para generar conocimiento y formar profesionales altamente capacitados, puede brindar asesoramiento técnico, investigaciones y soluciones innovadoras para mejorar los sistemas de salud; y el mundo privado, con su experiencia en gestión, investigación, conocimiento clínico y recursos financieros, puede contribuir con inversiones y alianzas estratégicas que impulsen el desarrollo de infraestructuras de salud y la implementación de tecnologías clínicas de punta.

En ese sentido, el trabajo colaborativo entre estas entidades no solo permite aprovechar las fortalezas de cada una, sino que también promueve la transferencia de conocimientos y la creación de sinergias, fomentando la investigación aplicada y la implementación de mejores prácticas basadas en evidencia, a la vez que se acelera la adopción de innovaciones tecnológicas y se facilita el acceso a recursos financieros para el mejoramiento de la infraestructura y los servicios de salud.

Pero si bien esta sinergia es un camino que recién estamos explorando, ya contamos con experiencias locales e internacionales que demuestran su real potencial. En Chile, la alianza estratégica entre la Universidad Mayor y Philips Chilena permitió el desarrollo y puesta en marcha del primer diplomado de Latinoamérica en hemodinamia, angiografía y terapia guiada por imágenes, el que tiene por objetivo aportar conocimientos sólidos en un área en constante desarrollo tecnológico, junto con acreditar competencias, habilidades y funciones que garanticen altos estándares de calidad, lo que impactará directamente en la salud de las personas al ofrecer profesionales empáticos y altamente capacitados.

Otro claro ejemplo de trabajo colaborativo en salud fue con la organización sin fines de lucro Desafío Chile, Philips Chilena y Philips Foundation, los cuales se asociaron durante la pandemia de COVID-19 para la donación y el entrenamiento de personal en el uso del ultrasonido portátil Lumify y su software; lo que permitió la atención de cientos de pacientes que pudieron aprovechar la posibilidad de un diagnóstico certero, desde cualquier ubicación remota y con la posibilidad de colaboración médica virtual; expandiendo así los beneficios y el conocimiento de dicha tecnología.

Claramente la ruta a seguir es continuar fomentando estas alianzas entre el sector público, el mundo empresarial, las organizaciones sin fines de lucro y la academia, lo que nos permitirá potenciar la sinergia colaborativa en áreas tan sensibles como la salud, con el objetivo de entregar servicios hospitalarios de calidad que mejoren la vida de las personas e impacten positivamente en la sociedad.