Sí. Ha superado pruebas de acuerdo con todas las normas de seguridad establecidas para los juguetes de recién nacidos.
Ninguno de los materiales es tóxico y se pueden mordisquear y chupar.
El termómetro también es resistente a golpes y puede soportar caídas de hasta 1 metro. Las medidas tienen una precisión de ±1 °C.