Si teme que el tratamiento con Philips Lumea pueda resultar doloroso, no se preocupe. Algunos usuarios de Lumea describen una sensación de “calor”, “picor” o “escozor”, etc. durante o después del tratamiento. En la mayoría de los casos, estos efectos desaparecen en una hora.
Lea nuestros consejos para hacer que su tratamiento con Lumea sea lo más cómodo posible.